No podemos quedarnos solo con una, pero esta sin duda es una de nuestras favoritas. Por el buen rollo que tuvimos con esta pareja desde el minuto cero y que estaba latente en cada rincón de la Festiboda!

En este caso lo apostaron todo al color, pese a que puede resultar atrevido y peligroso, fue un total acierto! La premisa estaba clara: música y color por todas partes. Desde el rincón de bienvenida con un espejo personalizado y una señal de totem con mucha fuerza🤘junto con sus bolas de discoteca, un timming a tope de color y una ceremonia ES-PEC-TA-CU-LAR.

Un arco donde el color mandaba pero con la sutileza del blanco, sillas coloridas y el toque disco.

Por último: el photocall. Un panel colorido lleno de discos y un chester rosa, junto con nuestras chupas. ¿Quién se resiste?